Preocupado se encuentra el Señor Sol
Que ya su brillo está perdiendo;
Organizó una rueda de astros
Y les ordenó su embellecimiento.
Ocho eran estas estrellas
Que un Octubre se juntaron
Y obligadas por el Supremo
A su esplendor buscaron.
Cielo y tierra recorrieron
Otorgando bellas noches a quién
Diera valiosa información
Y así orientar su operativo.
Descubrieron unos bellos ojos
Celestes como el cielo en primavera,
Ordinarias sentíanse
Ante tamaña belleza.
Quedaron sin oxígeno y perdidas de amor
Al descubrir que próximo a esos ojos
Unos brillantes rizos dorados
Daban a éstos un marco majestuoso.
No dudaron ni un instante
En quedarse a su resguardo
Junto a la playa y el mar
Y dejar al Sol apagado y sólo.
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